Somos especialistas en variedades de clima frio y costero como PINOT NOIR y SAUVIGNON BLANC.
Nuestros viñedos orgánicos se ubican entre suaves lomajes, con un suelo con un alto contenido de depósitos calcáreos y minerales. Y en donde cada cuartel es un microterroir en sí mismo.
Nuestro proceso de vinificación se produce tanto en huevos de concreto como en foudres de roble francés, logrando vinos elegantes, complejos y de características únicas.
**Guía Descorchados 2020 – Salinas Sauvignon Blanc 2018, 93 puntos y Fósiles Pinot Noir 2018, 93 puntos.
HUEVOS DE CEMENTO
VIÑEDOS ORGÁNICOS
FOUDRES
COSECHA A MANO
NUESTRA TIERRA
Viña Casas de Bucalemu nace en el año 2008.
Nuestros viñedos se ubican en la zona Santo Domingo, Bucalemu,
el sector más costero del Valle de Leyda, a tan solo 9 kilómetros del Océano Pacífico.
Con un profundo convencimiento de las bondades vitivinícolas de este lugar, se plantaron viñedos a tan solo 9 kilómetros del mar, y en donde se ha hecho un cuidadoso manejo orgánico para obtener fruta de la mejor calidad.
OCEANO PACÍFICO / FÓSILES Dada la cercanía a las costas del Pacifico, en los estratos superficiales de nuestros viñedos se pueden encontrar una gran cantidad de fósiles marinos y otros componentes de suelo oceánico, presentes sobre la misma roca marina que encontramos en los acantilados del borde costero. Esto, entrega nutrientes y minerales a nuestros viñedos orgánicos, lo que se ve reflejado luego en la elegancia y gran complejidad de nuestros vinos.
VIÑEDO ORGÁNICO & CLIMA El manejo orgánico de los viñedos se complementa muy bien con las condiciones climáticas y con la ausencia de heladas durante la época de crecimiento. Temperaturas máximas de 24-25 ºC y una variación diaria de 12- 13ºC durante el verano. El período de maduración de las uvas ocurre lentamente, logrando un desarrollo correcto de aromas y texturas, junto a un adecuado balance de los niveles de azúcar y acidez, lo que hace que nuestros vinos destaquen por su gran concentración y rica mineralidad.
SUELO Todos los cuarteles de nuestros viñedos presentan características únicas y diferentes, pero presentan en común una primera capa de arcillas y piedras provenientes de un coluvión de la Cordillera de los Andes. Luego, bajo esta capa se presenta una roca de origen marino, que aporta el característico sello mineral a nuestros vinos.